
Incendio forestal (fuente: noticia Air Quality News “Biomass smoke becomes more harmful over time”).
Una nueva investigación ha descubierto que el humo procedente de la quema de biomasa, tras un proceso de envejecimiento químico, es más dañino para las células pulmonares que el humo original.
La quema de biomasa es aquella quema de vegetación viva y muerta, que incluye incendios forestales, quema de madera y quema de vegetación para desbrozar cultivos. Se estima que el 90 % de la cantidad total de vegetación quemada es responsabilidad de los seres humanos.
Algunas sustancias químicas o compuestos presentes en el humo de la quema de biomasa pueden usarse para identificar su presencia o rastrear dónde se ha propagado. Por ejemplo, el levoglucosano es un compuesto similar al azúcar que se produce cuando se quema madera. Conforme el humo permanece en el aire y reacciona con contaminantes atmosféricos, como los óxidos de nitrógeno (NOx), puede formar otras sustancias químicas, como el 4-nitrocatecol.
Los investigadores trabajaron con dos tipos de células pulmonares: células sanas del revestimiento de los pulmones (BEAS-2B), y las células que provienen del tejido del cáncer de pulmón (A549). Ambos tipos de células fueron expuestas a levoglucosano y 4-nitrocatecol durante 24 y 48 horas, comparando cuales habían sobrevivido, los signos de estrés y los daños en las mitocondrias.
Los resultados fueron que el 4-nitrocatecol fue más tóxico para las células pulmonares, alteró la función de las mitocondrias y los efectos de estrés celular fueron mayores que para el levoglucosano.
En conclusión, la exposición prolongada del humo de biomasa a contaminantes atmosféricos puede estar relacionada con enfermedades respiratorias como el asma, la enfermedad pulmonar obstructiva crónica y el cáncer de pulmón. Las personas que habitan en zonas propensas a incendios forestales o que queman leña con frecuencia deberían tomar precauciones adicionales.
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